domingo, 22 de julio de 2007

APLICACION DE LA ORIENTACION FILOSOFICA EN FIBROMIALGIA



Tal vez uno de los campos menos explorados por la Orientación Filosófica sea el de la salud. La aplicación de la Filosofía a este territorio se ha ido desarrollando muy lentamente en contraposición con la orientación individual o grupal, la filosofía para niños o los cafés filosóficos. No obstante, hoy podemos remitirnos a interesantísimos trabajos que profundizan en esta aplicación de una manera clara y decidida, si bien, esta realidad se dibuja mejor en la sociedad anglosajona, y más concretamente en la norteamericana. No voy a detenerme a analizar el largo desencuentro vivido entre la Medicina y la Filosofía, ni a rescatar en un pesado ejercicio de erudición las analogías que en estos dos saberes podemos encontrar en el mundo griego, y especialmente en el Helenismo para justificar aquí y ahora el trabajo que defendemos.Hasta pasados los setenta no podemos hablar de aplicación de orientación filosófica en el campo de la Medicina. Una primera referencia nos lleva hasta Paul Sharkey, que trabajó como orientador filosófico en el Forrest Country General Hospital de Hattiesburg, Mississippi. .En 1979 se le concedió la categoría de “Filósofo Residente” del citado centro médico[1].Con más de veinticinco años de experiencia como orientador filosófico, de los cuales muchos de ellos los desarrolló en el área de Salud, Sharkey, actual vicepresidente de la APPA [2] es la punta de lanza de unos filósofos que miran hacia la medicina y la salud y que ya no solo se mueven en el campo de los comités de ética de los hospitales sino en el asesoramiento a pacientes. Algunos como Wayne Shelton orientador en el Instituto Bioético Alden March de Albany EEUU y Stanley Chan en Canadá orientan a pacientes y familiares sobre cuestiones relativas al final de la vida.Trabajos en el campo de la enfermería como el de la filósofa holandesa Ida Jongsma, o el de Pierre Grimes y Vaughana Feary[3] ,ambos en la orientación filosófica con pacientes de cáncer, desarrollan líneas de trabajo cada vez más sólidas en esta aplicación de la orientación filosófica.En España, el Gabinete Pharos, ha sido pionero en este tipo de intervención. Así, de abril a junio de 2003 pusieron en marcha un taller de filosofía práctica para la Asociación de Afectados de Fibromialgia de Barcelona[4] ,que inauguró la intervención de la orientación filosófica en nuestro país en este campo de la salud y que fue sin lugar a dudas importante referente para la iniciativa de Sevilla con Afibrose ( Asociación de Fibromialgia de Sevilla).Este antecedente ha servido en gran manera para estructurar las líneas de trabajo de nuestro programa, que no obstante marca grandes diferencias en su metodología dadas las distintas herramientas con las que trabajamos, sobre todos, las aportadas por la Logoterapia..El programa de Orientación Filosófica para afectados de Fibromialgia se desarrolló en Sevilla entre septiembre y diciembre de 2005, y al igual que el desarrollado en Cataluña ha ido dirigido a personas que deben convivir con el dolor físico, de una manera permanente y crónica y con el sufrimiento que esta situación genera y que se plasma en: estados depresivos, crisis de ansiedad y pérdidas del sentido existencial. El grupo estaba compuesto por 15 personas, todas mujeres, con una media de edad de 48, 7 años .Las sesiones, de dos horas, se realizaron con una periodicidad semanal durante los tres meses que tuvo de duración este programa.En un primer sondeo realizado al grupo la segunda sesión del programa se obtiene la siguiente información complementaria: El 63 % de las participantes llevan entre 1 y 4 años diagnosticadas de fibromialgia, un 18 % entre 5 y 10 años y un 19 % más de 10 años. La sintomatología de las enfermas se presentan por este orden: 30 % Dolores, 26 % Cansancio, 17 % Depresión, 13 % Vértigos, 8,70% Ansiedad y 5% Problemas de Movilidad.Otro ítem importante es el que se refiere a la interacción de la enfermedad en sus vidas. Así, el 36,80 % manifiesta una importante modificación en su vida laboral, un 26,30% una gran afectación social, un 21 % en su vida afectiva y el resto, un 15,90% no sabe.Cuando se les pide que encajen la enfermedad en el ámbito fisiológico o psicológico el 95 % se decanta por un problema físico ante el 5% restante que lo sitúa en el campo de lo psicológico.Resaltamos otro ítem de gran interés para nuestro trabajo, dado que interrogábamos sobre el sentido existencial en el que se sustentan para afrontar el dolor y el sufrimiento de la Fibromialgia . Un 73 % lo depositaba en su familia, un 18 % en desarrollar un sentido de lucha capaz de domesticar cualquier injerencia de la enfermedad en su día a día, y por último un 9% lo encontraba en la religión.Por último destacar que a la cuestión planteada sobre las expectativas que tenían del programa recién comenzado el 63,70% contestó que mejorar, el, 30 % no sabe y el 6 % ninguna[5].El objetivo final de este trabajo no podía ser otro que el objetivo común de cualquier intervención, grupal o individual, de la orientación filosófica, esto es, posibilitar la capacidad de análisis de conflictos y estructurar a partir de ahí alternativas. Nuestro trabajo se ha orientado por lo tanto y en todo momento a conseguir que esas alternativas surgiesen de los propios orientados.Los primeros pasos buscaron en las sesiones iniciales un refuerzo del grupo. Ir más allá de aquello que en un primer momento les unía: el dolor. En esta línea, y dejando aparentemente al margen el interés transversal de todos los miembros del grupo, se fueron buscando y detectando otras preocupaciones de los participantes que posteriormente nos proporcionaron suficiente material para un “análisis existencial” que inevitablemente siempre iba referido al malestar de la fibromialgia, pero que era de excelente ayuda para clarificar determinadas actitudes existenciales que solían repetirse en las participantes.Abiertas las líneas de comunicación y dejando siempre un importante espacio para la “ventilación ante el grupo” a la manera que suele hacerse en cualquier café o vino filosófico[6] se recogieron los temas que posteriormente conformaron el material de reflexión dentro del programa.Todos los temas propuestos para la reflexión tales como: Enfermedad y dignidad, Culpabilidad y fibromialgia, ¿Cómo he pensado hasta hora?. ¿Puedo cambiar las cosas…? Dolor y sufrimiento, Fibromialgia y Sociedad. ¿Cómo nos ven los otros?. La incredulidad del otro. ¿Cómo transmitir mi malestar?...etc,[7] fueron apoyados por textos de autores como: Séneca, Epicteto, Marco Aurelio, Boecio, Montaigne, Schopenhauer, May o Fizzotti... y algunos otros que pudieran aportar un punto de partida para la reflexión.Para propiciar la reflexión sobre el sufrimiento en los demás, las asistentes al taller visionaron las películas: “La vida secreta de las palabras” de Isabel Coixet y “Tapas” de José Corbacho y Juan Cruz.En “El hombre en busca de sentido” Frankl nos advierte que “Cuando los arquitectos quieren apuntalar un arco que se hunde, aumentan la carga encima de él, para que sus partes se unan así con mayor firmeza. Así también, si los terapeutas quieren fortalecer la salud mental de sus pacientes, no deben tener miedo a aumentar dicha carga y orientarles hacia el sentido de sus vidas”[8]. El trabajo realizado con nuestras enfermas de fibromialgia ha incidido muy especialmente en esta mirada introspectiva cargada en multitud de ocasiones de más peso para hacer la búsqueda más intensa, para poner entre las cuerdas todos esos “establecidos” que durante años han gobernado sus existencias y donde el dolor ha desactivado cualquier brote de esperanza, cualquier propuesta de trascendencia, cualquier aventura para tutearlo. Si la vida del hombre, como apunta Frankl, no se colma solamente creando y gozando, sino también sufriendo, el debatirse del hombre con lo que el destino pone ante él, es la misión más alta y la verdadera finalidad del ser humano.Paralelamente al análisis existencial, apoyado en todo momento por un “cuaderno de bitácoras”, donde las participantes recogían en forma de cuaderno de notas o diario el histórico de sus: impresiones, actitudes, momentos especiales de la semana, y esencialmente sus respuestas a los episodios de displacer y sus “remedios” para afrontarlo, las herramientas de la logoterapia eran desempolvadas para implementar el trabajo de reconstrucción de actitudes, fundamentalmente ante el dolor.Compartimos firmemente con Gabinete Pharos que las personas que padecen un dolor crónico necesitan clarificar sus motivaciones y saber qué cosas dan sentido a su vida para reforzar esas columnas que han de soportar un peso añadido al que conlleva la propia existencia[9].Además de las herramientas de la Orientación Filosófica y sus pautas metodológicas recogidas por el grupo ETOR[10] se ha trabajado con dos herramientas propias de la logoterapia: Derreflexión e Intención Paradójica.Si bien la Derreflexión habitualmente se usa en el abordaje de dificultades sexuales, es tremendamente útil en todos aquellos casos donde la hiperreflexión limita al máximo la sintomatología del consultante, y por lo tanto no le permite ni distanciarse ni autotrascender.Esta herramienta conduce a una visión de la diversidad de valores que amplía el territorio en la ubicación de sentido, abandonando la atención en uno mismo. Con la Intención Paradójica, se ha trabajado contra la ansiedad anticipatoria, que no solo es producto de situaciones fóbicas, sino la respuesta a un historial con poca discontinuidad en el dolor. La intención paradójica es una convocatoria del malestar, un intentar que ocurra lo que se teme, pero bajo nuestro control. Es, realmente una posibilidad de ganar espacio entre el consultante y sus patrones para poder visionarlos desde fuera. Cuando esta herramienta se usa a nivel grupal aún se hace más definitiva.Sin entrar muy a fondo en los orígenes de la logoterapia y en la estructura que soporta su increíble edificio tengo que hacer necesariamente unas mínimasreferencias de la llamada Tercera Escuela Vienesa de Psicoterapia, es decir, aquella que supera el Psicoanálisis de Freud y la Psicología Individual de Adler. La logoterapia no es otra cosa que un tratamiento psicoterapéutico inaugurado por el psiquiatra vienés Víctor E. Frankl basándose esencialmente en el “logos”, es decir, en el “sentido, significado… propósito”.La logoterapia, con una serie de instrumentos y herramientas, detecta y diagnostica lo que podemos definir como “Vacío Existencial”, provocando en el paciente una reacción de búsqueda , además de una responsabilidad ante sí mismo, ante los demás y ante la vida que le llevará al encuentro de “Motivos para el existir”.Uno de los aspectos diferenciadores de esta psicoterapia con las existentes es que desborda el área de las Ciencias de la Conducta y se adentra tanto en el área de Humanidades y en la propia Filosofía que se desmarca totalmente de aquellas psicoterapias que se reducen en sus bases a la fisiologia y al comportamiento. La logoterapia no “trata”, realmente, “acompaña” a las personas que viven conflictos existenciales provocados por una falta de sentido en sus vidas o la necesidad de determinados valores.Para el Dr. Frankl la dimensión espiritual del hombre es su verdadero motor, y el hombre para el psiquiatra vienés es una unidad tridimensional; una unidad antropológica de: cuerpo, psique y espíritu, que siendo ontológicamente diferentes forman una unidad profunda. Frankl subraya que la orientación en la vida es el sentido y no el placer, ni el poder. Alcanzar el fin es en realidad una razón para ser feliz”.La logoterapia participa en algunas de sus líneas de pensamiento de los fundamentos de la filosofía existencial. Entre los pensadores que inspiraron la obra de VíKtor Frankl nos encontramos con: Heidegger, Kierkegaard, Max Scheler, Binswanger, Jasper…Todos los autores coinciden con la idea de un existencialismo fenomenológico tomando como centro a la persona existente. Kierkegaard nos recuerda que “Hay que encontrar una verdad que puede ser una verdad para mi, encontrar la idea por la cual quiero vivir y morir”.Sin duda alguna el nexo entre las psicoterapias humanistas y el existencialismo es evidente. La logoterapia no es una excepción. La integración del encuentro de Martin Buber, la fenomenología de Husserl, la llamada de atención de Sartre a una responsabilidad para atender nuestra propia vida, para asumir nuestra libertad de decidir y ser responsables de nuestro futuro, la atención que Binswanger y otros psicólogos existencialistas prestan al descubrir a su cliente su “visión del mundo”, confluyen en los planteamientos de la logoterapia de Frankl. Los dos últimos siglos no ha sido sencillos. Hay quienes huyen del término “humanista”. El inicio del XXI marca una acusada ausencia de significado de la propia existencia. Sin duda alguna el hombre es minimizado y desplazado por la tecnología. Es el perfecto caldo de cultivo para vivir “conflictos del alma” En este punto el ser humano corre el peligro de emplear estrategias de autodestrucción para llenar el vacío de la propia “conciencia disminuida”, ya que aparece en ese momento una pérdida de valores, costumbres, ideales, de un sentido que sea motivado por su persona misma. Este fenómeno es conocido como “neurosis noógena”. Esta neurosis no es otra cosa que una pérdida de sentido existencial y el hombre es libre ante ella, le compete un grado de libertad. Hay una coincidencia total en el pensamiento de Frankl y en el de aquellos psicoterapeutas existencialistas que afirman que puedes deshacerte de los síntomas con un buen número de técnicas pero que tarde o temprano tendrás que enfrentarte a la realidad del “Dasein”.El sentido de la vida se descubre a través de la conciencia, en busca de la trascendencia. La Logoterapia va más allá incluso del análisis existencial o el ontoanálisis, dado que es más que un mero análisis de la existencia o del ser, e implica más que un simple análisis de su sujeto. A la logoterapia le concierne simultáneamente el “ontos” y el “logos”. No es solo terapia, es una filosofía de la vida. El sentido de la vida puede encontrarse de tres maneras. Por lo que damos a la vida (obras creativas), por lo que tomamos del mundo (experiencia y valores) y por como nos enfrentamos ante un destino que es ineludible (enfermedad incurable, sufrimiento).La logoterapia quiere hacer del paciente un ser consciente de su realidad y de las responsabilidades que le supone el ser consciente de ella, la labor del logoterapeuta consiste en ampliar y abrir al máximo la visión del paciente para aumentar su consciencia de sí mismo y de su ser en el mundo. La concurrencia con la labor del orientador filosófico es máxima.Un segundo y último sondeo a las participantes de este programa nos mostró datos relevantes que por su interés transmitimos. A la pregunta por el tema tratado en el programa que más interés suscitó, el sentido de culpabilidad con un 92 % se situó como el más interesante. Un 85% optó por “Enfermedad y Dignidad”, el 75 % lo hizo por “La felicidad” y finalmente un 70% señaló “El otro y relaciones de pareja” como tema de sumo interés.A la pregunta sobre lo que el programa les había aportado el 80 % señaló que “seguridad”, un 67 % destacó “el conocerse más”, un 65 % señaló como aportación del programa “la autoestima”, un 45 % el conocimiento de “nuevas herramientas” para afrontar su malestar y un 35 % señaló “saber aceptar la situación”.A la ultima cuestión de este segundo sondeo, que preguntaba a las participantes su disposición a participar en otro programa similar, el 94 % indicó que sí y un 6 % que no[11].Para concluir anotar el amplio camino que queda abierto al trabajo de orientadores filosóficos en grupos multidisciplinares que trabajan con enfermos crónicos y paliativos. En una sociedad tecnológica como la nuestra, donde la medicina se separa cada vez más del sufrimiento en aras de mitigar el dolor y el propio acontecimiento de la muerte, que sigue traduciéndolo como un fracaso de su sabiduría. Hoy, más que nunca la demanda de orientadores filosóficos en este escenario es fundamental. Lo que algunos médicos, los más heterodoxos, apuntan ya como “necesidades espirituales”[12], señalan hacia lo que verdaderamente son “necesidades filosóficas”, necesidades planteadas por los enfermos crónicos, terminales y paliativos distintas de las fisiológicas, psicológicas y religiosas. Esencialmente responden a cuestionamientos existenciales del ser humano, a la pregunta por el sentido de vida en el último tramo de esta. Es en este acompañamiento donde orientación filosófica y logoterapia también caminan de la mano.
Francisco Barrera ©
[1] Barrientos Rastrojo, J.: “Introducción al asesoramiento y la orientación filosófica. De la discusión a la comprensión”. Ediciones X-XI, Sevilla, 2004, p.19.
[2] American Philosophical Practitioners Association
[3] Por su interés recomendamos el artículo: Feary, Vaughana, "Medicine for the Soul: Philocophical Counseling with Cancer Patients", pp. 35-51, en Philosophy in Society. Papers presented to The Sixth International Conference on Philosophy in Practice , Unipub Forlag, Oslo, 2002..
[4] Gabinete Pharos : “Una experiencia de asesoramiento en grupo: Taller de filosofía práctica” en “La filosofía a las puertas del tercer milenio”. I Congreso Iberoamericano para el asesoramiento y la orientación filosófica. Editores: José Barrientos Rastrojo, Francisco Macera Garfia, José Ordóñez García. Fénix Editora. Sevilla, 2005, pp. 211-218.Gabinete Pharos está formado por un equipo multidisciplinar donde filosofía y psicología conviven armónicamente. www.gabinetepharos.com.
[5] Anexo I. Ficha técnica de la muestra. (Interesados solicitar al autor)
[6] Vino filosófico es una “suerte” de café filosófico que nació en Sevilla en 2004 de la mano de los filósofos: Francisco Barrera y José Barrientos. Su estructura de funcionamiento es idéntica a la del café filosófico solo que sustituye a este por el vino en el descanso de la reflexión e intervención de los participantes. Más información en www.vinofilosofico.es.vg
[7] Anexo.: Ficha técnica de la muestra. Gráfico-13
[8] E. Frankl, Viktor.: “El hombre en busca de sentido”. Editorial Herder, Barcelona, 1987, p.105
[9] Cfr. Gabinete Pharos :“Una experiencia de asesoramiento en grupo: Taller de filosofía práctica”, p ,213
[10] Cfr. Barrientos Rastrojo, J.: “Introducción al asesoramiento y la orientación filosófica. De la discusión a la comprensión”. pp, 143-148.
[11] Anexo II. Ficha técnica de la muestra.(interesados solicitar al autor)
[12] Cfr. Barbero J. El apoyo espiritual en Cuidados Paliativos. Labor Hospitalaria 2002; 263: 5-24.

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